Andaba riéndome a carcajada limpia -no me acuerdo porque, eso es lo mejor- cuando me asaltó una duda existencial. Me preguntaba “¿Y esta cosa de la risa? ¿Desde cuando nos reímos?”. Sin duda me encontraba ocioso en ese momento y me propuse hacer un pequeño recorrido por la historia de la risa.
El humor y la risa han formado parte de la cultura humana durante la historia. Ya se hace referencia en la Biblia, -Libro de los Proverbios 17.22-, donde dice: “El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado le hace enfermar…”.
Los investigadores creen que los primeros humanos desarrollaron la capacidad de reír hace aproximadamente unos 4.000.000 de años. Probablemente nuestras risas eran muy similares a las que vemos hoy en los chimpancés y los monos.
Al parecer, sólo desde hace 2.000.000 de años, los primeros humanos comenzaron a poder controlar sus músculos faciales lo suficientemente bien para reír a su antojo, y no sólo como una respuesta a algo externo. Tuvo que existir un primer instante en que alguien se rió por primera vez, ya sea por ver un hermoso amanecer, por el nacimiento de un niño, o simplemente porque sí.
Beneficios de la risa
Sólo los seres humanos y otros primates reímos, pero casi todos los mamíferos tienen alguna forma de mostrar alegría. Un perro, por ejemplo, puede saltar y mover la cola, y un gato juguetón podría abalanzarse sobre un ratón de juguete. En la antigua Grecia, los hospitales eran construidos cerca de los Teatros para que los pacientes los pudieran visitar y poder ver las obras de comedia, y se comprobó que les era muy beneficioso en sus procesos de curación.
Ya en el siglo XIII, algunos cirujanos utilizaban el humor para “distraer” a los pacientes del dolor de la cirugía, pero en el siglo XVI nos encontramos la otra cara de la moneda. Los puritanos prohibieron la expresión de la risa e incluso de la sonrisa, llegando a ser un delito penado con varios días de cárcel y castigos.
Los primeros nativos americanos tenían en sus grupos sociales payasos que trabajaban con los brujos. También se dieron cuenta de los poderosos efectos del humor y la risa en la curación, tanto que los payasos eran considerados la tercera persona más importante de la tribu. Incluso en plena Segunda Guerra Mundial, los sobrevivientes de los Campos de concentración nos recuerdan que la oración y el humor fueron su mejor defensa en contra de la violencia de sus opresores.
Nos reímos por muchas razones diferentes: cuando estamos felices, avergonzados, tratando de encajar en algún grupo social, como respuesta a alguna situación o broma divertida, o simplemente por amabilidad.
Reír siempre nos trae emociones positivas, nos proporciona amor por lo que nos rodea, esperanza, fe, voluntad de vivir, fiesta… y nos ayuda a tener propósito y determinación para encarar nuestros avatares diarios. Así que a reír se ha dicho. ¿No tienes motivos? Pues sonríe, planta cara a la vida y, si es menester, ríete de ti y de tu sombra. Además, es totalmente gratis.

En su vida se inspiró la película Patch Adams (1998), en la cual el actor Robín Williams interpretó el papel de Patch Adams
Adams promovió medios alternativos de sanación para enfermos en colaboración con el instituto. Fue el inventor de la risoterapia con fines médicos y terapéuticos, fue responsable de la inclusión de ésta en la medicina moderna.

